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sábado, 25 de febrero de 2012
Oración para abrasarse en el amor a Jesús
Acordaos ¡oh sagrado Corazón de Jesús! de todo lo que habéis hecho por salvar nuestras almas,
y no las dejéis perecer. Acordaos del eterno e inmenso amor que habéis tenido por ellas;
no rechacéis estas almas que vienen a Vos, agobiadas bajo el peso de sus miserias oprimidas
bajo el de tantos dolores. Conmoveos a la vista de nuestra debilidad, de los peligros que
nos rodean por todas partes, de los males que nos hacen suspirar y gemir.
Llenas de confianza y amor, venimos a vuestro Corazón, corno el corazón del mejor de los padres,
del más tierno y más compasivo amigo. Recibidnos, ¡oh Corazón sagrado! en vuestra infinita ternura;
hacednos sentir los efectos de vuestra compasión y de nuestro amor; sed nuestro apoyo, nuestro
mediador cerca de vuestro Padre, y en nombre de vuestra preciosa sangre y de vuestros méritos,
concedednos la fuerza en nuestras debilidades, consuelo en nuestras penas, y la gracia de amaros
en el tiempo y de poseeros en la eternidad.
Corazón de Jesús, yo vengo a Vos porque sois mi único refugio, mi sola pero cierta esperanza;
Vos sois el remedio de todos mis males, el alivio de todas mis miserias, la reparación de todas
mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente infalible e inagotable para mi, y
para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición.
Estoy seguro que no os cansaréis de mí y que no cesaréis de amarme, protegerme y ayudarme,
porque me amáis con un amor infinito.
Tened piedad de mi, según vuestra gran misericordia, y haced de mí, por mi, y en mí todo lo
que queráis, porque yo me abandono a Vos con una entera confianza de que Vos no me abandonaréis jamás.
Así sea.
Fdo. Cristobal Aguilar
Fuente: http://verdadescristianas.blogcindario.com
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